La historia del granizado no es más que el relato de cómo a lo largo de su existencia, el ser humano ha tratado de combatir el calor de la manera que fuera posible, primero empleando su ingenio y luego la tecnología. Incluso en épocas en las que la tecnología no permitía que hubieran neveras, congeladores, máquinas granizadoras, ventiladores, equipos de aire acondicionados, piscinas o parques acuáticos, el ser humano siempre se las ha ingeniado de alguna manera o de otra para refrescarse y para aliviar el calor del verano.
Si buscamos y rebuscamos en bibliotecas y en libros de historia veremos que las civilizaciones antiguas ya tenían su manera de elaborar productos parecidos a lo que hoy en día todos conocemos como un granizado. De manera más rudimentaria o más sofisticada, el sistema casi siempre era el mismo: coger una porción de hielo o nieve de las montañas y golpearlo hasta obtener una textura granulosa. Entonces sólo hacía falta añadir algún puré de frutas y en ocasiones algún ingrediente endulzante como la miel hasta obtener el gusto de granizado deseado.
El granizado, de producto de lujo, a lujo asequible
Dicen que la civilización china ya consumía granizados hacia el año 3.000 antes de Cristo. Los faraones egipciones tomaban granizado en copas de plata, según los historiadores. Personajes célebres en la historia de la humanidad fueron grandes consumidores de granizados, como por ejemplo Alejandro Magno o el mismísimo Nerón. Tener acceso a pozos de nieve era, por entonces, la única manera de poder asegurarse una materia prima para elaborar granizados.
En esta situación está claro que un granizado era prácticamente un producto de lujo, que no estaba al alcance de la gran parte de la población. Tomarse un helado, o un granizado, era algo que sólo las élites podían hacer, y no siempre, sino cuando había alguien que podía traer hielo de las cumbres o de los pozos.
Obviamente, la electricidad y la invención de las neveras y de los congeladores revolucionó la producción y venta de granizados primero en los países más industrializados, y luego masivamente en todos los países del mundo en los que hay suministro eléctrico. No obstante aún, a día de hoy aún seguimos encontrando en lugares remotos a hombres y mujeres que se preparan sus granizados con el hielo natural de las montañas. Mientras tú estás aquí tomándote un refrescante granizado, seguro que en el Himalaya o en los Andes hay personas que aún están rascando un bloque de hielo para hacer un granizado a la antigua manera.