Después de crear un granizado instantáneo que pudiera ser envasado, congelado y tomado en cualquier sitio, y sin necesidad de máquina, uno de los desafíos más complejos que hemos asumido en los últimos tiempos, ha sido el de cambiar por completo nuestro modelo de comercialización, para alcanzar a todos nuestros potenciales consumidores (que ahora son millones) con nuestra comunicación y nuestra distribución. Respecto al desafío de comunicación, vamos a dejar el tema para contarlo en otra ocasión. Hoy nos vamos a centrar en el paso de gigante que estamos dando en la comercialización.
Los desafíos de la distribución
Con Frosty® Pocket, teníamos claro desde un principio que se abrirían para nosotros decenas de nuevas posibilidades de distribución: absolutamente cualquier punto de venta, físico o digital, era ahora un punto de venta potencial. Hablamos de un producto que no requiere ningún tratamiento especial, no requiere frío, tiene un PVP bajo, es ligero, pequeño, resistente, tiene una caducidad larga y lo distribuimos en cajas pequeñas de solo 10 unidades. No hay ninguna barrera que le impida estar absolutamente en cualquier negocio: desde una cafetería, una foodtruck, gasolineras, tiendas online, colmados, chiringuitos y hasta, ¿por qué no?, una zapatería, un bazar o una peluquería. Y, por supuesto, cadenas de supermercados.
También teníamos claro desde el principio que hay dos canales que son, estratégicamente, imprescindibles para el éxito del nuevo Frosty® Pocket: el canal impulso y la gran distribución alimentaria. El primero nos aporta capilaridad para llegar a cualquier punto del país; el segundo, nos ofrece visibilidad y credibilidad: aunque llevamos casi un cuarto del XXI, aún hay mucha gente que no se toma en serio un producto alimentario si no está en el lineal del supermercado.
Pero hacerse un hueco en estos lineales de la gran distribución no es tarea fácil. En absoluto. Las cadenas están, desde hace algunos años, más por la labor de reducir referencias que de incorporar nuevas. Especialmente, si se trata de un producto nuevo, sin antecedentes ni histórico, sin categoría donde ubicarlo, sin siquiera una comparativa posible con productos similares (que no existen) o comportamiento en otros países, donde tampoco existe nada igual. «¿¿Un granizado instantáneo??» Con suerte conseguíamos, después de mucho intentarlo, que alguien se pusiera al teléfono. Eso sí, todo cambiaba en cuanto lo probaban. Ya contamos que la reacción más habitual fue «¡es increíble!», y eso, por fortuna, nos abrió las puertas que necesitábamos.
Y tras las pruebas, el producto se ganó su sitio en los lineales
Así, este verano, con todas las dificultades de ser un producto nuevo creado por una empresa familiar, una buena parte de la distribución moderna empezó a entusiasmarse con nuestro producto y pronto nos vimos en los lineales de algunas de las principales cadenas: Ahorramás, Caprabo, E. Leclerc, Gadis, Spar, Carrefour Express y otros. Nuestra presencia es ya una realidad en la mayoría de las cadenas regionales más importantes de España. Y seguimos trabajando para estar pronto en todas las demás.
Nuestro Frosty® Pocket ha sido acogido con entusiasmo y se ha ganado el reconocimiento de muchos distribuidores de todo el país. Gracias a ellos, ahora mismo estamos en miles de puntos de venta de toda España. Y seguimos trabajando en estrecha colaboración con nuestros partners, con la meta común de seguir creciendo para llegar a todos los consumidores.
Mucho camino por recorrer aún en la distribución
Con todo, durante los últimos meses, una pregunta se repetía de forma constante (varias veces al día) en nuestras redes sociales: «¿dónde puedo comprarlo?». Por eso, hemos creado un mapa de puntos de venta que permite a las tiendas registrarse como punto de venta Frosty® Pocket y a los consumidores localizarlos. Ya hemos añadido cerca de 1.000 puntos de venta en este mapa, y, sin embargo, todavía la gran mayoría no aparece aquí.
La promesa que nació con Frosty® Pocket, de ser «el granizado para tomar donde quieras y cuando quieras», solo es posible si conseguimos cumplir con nuestro propósito de llevarlo a todos los lineales y a todos los congeladores de cada negocio de alimentación en cada pueblo. Hasta entonces, tendremos aún mucho trabajo por hacer.