Cuando creamos Frosty® Pocket buscábamos, sobre todo, provocar un cambio: brindar a los consumidores la oportunidad de disfrutar de un buen granizado cuando quieran y donde quieran. Y resulta que tenemos la manía de tomarnos al pie de la letra nuestras promesas: «cuando quieras» significa, literalmente, cuando te dé la gana. Y si eso pasa en enero, ¿quién dice que no puedes tomarte un granizado en enero?
Pues lo dicen los que no te pueden ofrecer un granizado en enero. Pero ese no es nuestro problema, nosotros sí podemos 😉
¿Acaso no has tomado nunca un helado o un refresco en enero? Pues eso. Cuando quieras, literal.
Es cierto que con el fin del verano se reducen los momentos de ocio, y con ello algunas de las ocasiones para disfrutar de un granizado. También se reducen las salidas y aventuras fuera de casa.
Pero, ese tampoco es nuestro problema, recuerda la segunda parte: «donde quieras». Los mismos que te dicen que no puedes tomar un granizado en enero (porque no pueden ofrecértelo), también te dicen que no puedes tomar un granizado en casa (porque tampoco pueden ofrecértelo).
Pero nosotros sí.
Lo cierto es que con el inicio del nuevo curso, llegan días de exigencias y obligaciones, la actividad escolar y laboral se vuelve más intensa y nuestra resistencia al estrés y la rutina se pone a prueba cada día.
Es, precisamente en estos momentos, cuando un buen granizado instantáneo, listo para tomar en segundos y sin moverte de casa, nos puede salvar el día.
Piénsalo: nuestro Frosty® Pocket lo tiene todo para un break perfecto: es dulce, refrescante, divertido, tiene vitaminas, aporta energía y hasta una increíble habilidad para evocar el verano y trasladarnos a esos momentos de ocio y buen rollo… Es un chute de optimismo para recuperar el buen humor.
Así que sí, los granizados ahora también son para todo el año. ¿Por qué no?